Una rubia menuda de tetas pequeñas y marco flaco buscaba un desafío cuando decidió robar en una tienda.Al deslizar los artículos en su bolso, el detective de la tienda la atrapó en el acto.En lugar de llamar a la policía, el detectiv decidió tomar el asunto en sus propias manos.Amenazó con involucrar a las autoridades si el ladrón no cumplía con sus deseos.El ladrón pequeñito no tuvo más remedio que dejarse de rodillas y hacerle una mamada alucinante al detective.El detective entonces se abrió paso con la jovencita, llevándola de espaldas en varias posiciones.El ladrón pequeñita gemía de placer mientras el detective continuaba dominándola.El encuentro los dejó satisfechos a ambos, y el ladron se dejó llevar sin involucrar a la policía.Esta fue una lección que el ladón nunca olvidaría, y prometió nunca volver a robar en esa tienda.