Después de un largo viaje a Estados Unidos, específicamente California, mi cónyuge y yo nos encontramos en un estado de intenso deseo.Llevamos añorando un encuentro sexual más excitante, y estábamos decididos a encontrarlo.Nuestro deseo se otorgó cuando nos encontramos con un mexicano bien dotado que estaba ansioso por cumplir nuestros deseos.Su enorme polla negra era un espectáculo para contemplar, y estábamos ansiosos por experimentarla de primera mano.Nuestra esposa se agachó ansiosamente, presentando su amplio culo al guapo desconocido.No perdió tiempo en hundir su monstruosa polla profundamente en ella, encendiendo un encuentro salvaje y apasionado que nos dejó a ambos sin aliento.El sexo crudo y desprotegido solo se sumó a la excitación, mientras nos entregamos al placer del momento.La intensa y rítmica follada nos dejó a los dos satisfechos, nuestros deseos cumplidos por la experiencia.