Me quedé recostada en la cama, temblando por la calidez del sol, cuando mi novio decidió darse un poco de autoplacer.Me quedé sorprendida por su repentina e intensa respuesta.Mi reacción inicial fue de shock, pero luego se convirtió en ira.Lo confronté por su falta de atención y él respondió diciéndome que me calle y me pusiera de rodillas.Lo cumplí, dándome cuenta de que esta era la única forma de salvar nuestra relación.Él metió la boca con una fuerza que me dejó respirando agitado.La sensación fue abrumadora, pero sabía que tenía que hacerlo funcionar.Lo correspondí en especie, metí su miembro palpitante en mi boca y lo chupé con todas mis fuerzas.Sus gemidos crecieron más al llegar al pico del placer, y sentí una oleada de satisfacción mientras liberaba su semilla en mi boca ansiosa.