Mi cónyuge y yo hemos pasado mucho juntos, y siempre hemos podido compartir nuestros momentos más íntimos entre nosotros.Ella siempre ha sido un poco vagina, pero últimamente, se ha ido poniendo aún más cachonda que de costumbre.Sin embargo, no es como a mí me importa.De hecho, lo disfruto bastante.Así que, el otro día, cuando llegó de trabajar luciendo extra cachonda, decidí hacer algo al respecto.Después de unos besos, comencé a hacerle una paja, que solo la excitaba más.Luego, desplacé mi lengua a su coño, y ella gemía de placer.Finalmente, la follé duro y me corrí sobre sus tetas grandes.Fue un encuentro caliente que nos dejó a ambos satisfechos y listos para la segunda ronda.