Siempre he sido fanático del tabú, y mi último fetiche podría hacerte sentir un poco travieso.Mi padrastro siempre ha sido un poco como una carta salvaje, y cuando tropecé con su secreto apaño de fotos de fetiche de pies kinky, sabía que tenía que probarlo.La idea de él explorando mi clítoris sensible con sus grandes y peludos dedos de los pies me estremece por la columna vertebral, y no pude resistir las ganas de invitarlo a casa para un poco de experimento.Al acostarme en el sofá, completamente desnudo, se tomó su tiempo explorando cada centímetro de mi gran coño latino, sus dedos recorriendo cada contorno de mi clítere palpitante.La sensación fue intensa, y podía sentir mi cuerpo temblando con anticipación mientras empujaba sus dedos más profundamente dentro de mí.Esta fue mi primera vez, y no puedo esperar para hacerlo de nuevo.