Un joven deportista se encontró en un poco de lío cuando se confundió con un ladrón y fue pillado por la seguridad en la oficina.Después de un interrogatorio duro, lo soltaron, pero no antes de que su jefe decidiera darle una lección.El jefe lo llevó al garaje, donde tuvo una sorpresa esperándolo.Era un monstruo de polla, perteneciente al jefe.El jefe, un hombre de amplia experiencia en el manejo de tales situaciones, decidió enseñarle una lección al joven deportador sobre el respeto y la autoridad.El joven deportado, ansioso por complacer, se apoderó del pollón del jefe, que era tan grande como un bate de béisbol.El jefe quedó impresionado por el entusiasmo de los jóvenes deportistas y decidió llevarlo un poco más allá.Hizo que el joven deportistas le chupara la polla, y luego se lo folló duro, enseñándole una lección sobre el respetoy la autoridad que nunca olvidaría.