Catarina, una joven ladrona amateur, fue atrapada en el acto por un policía mientras robaba en una tienda departamental.El oficial, al no ser dejado que tal crimen quedara impune, decidió darle una lección que no olvidaría.La escoltó a la trastienda de la tienda, donde procedió a despojarla de su ropa y forzarla a un beso profundo y apasionado.Catarina, sorprendida por el repentino giro de los acontecimientos, se encontró impotente contra los oficiales con fuerte agarre y deseo intenso.Al bajar el cierre del pantalón, su enorme y dura polla llenaba su boca, dejándola sin más remedio que chupársela.El funcionario, complacido con su obediencia, la tomó por detrás, entregando una follada dura y brusca que la dejó sin aliento y sumisa.Catarina, ahora pendiente de las consecuencias de sus acciones, prometió no volver nunca a su vida de crimen.