Una mujer madura en posición de subordinación se entrega a su descanso para fumar, solo para ser interrumpida por su jefe, quien le tiene una sorpresa especial.Él tiene una polla considerable, y no tiene miedo de mostrarlo.El jefe es un hombre que sabe cómo manejar a sus mujeres, y está a punto de enseñarle a esta putita una lección que no olvidará.La lleva a sus rodillas, y ella abre ansiosamente su boca, lista para recibir su carga caliente.Pero él se ha reservado más para ella.Después de una follada con garganta profunda, le acaricia la polla mientras la madura se pone de rodillas, lista para recibe su semen.El jefe no decepciona, y le da un facial, dejándola cubierta en su amor pegajoso.También se toma el tiempo para darle una pequeña cachetada en el culo, solo por buena medida.Esta es una corrida que seguramente te dejará satisfecho.