Dos dulces chicas, con su apretado coño y sus coños depilados, llevan bastante tiempo deseando la sensación de una polla dentro de ellas.En un fatídico día de Navidad, juntaron el coraje para acercarse a su padrastro y le pidieron que las ayudara a explorar su sexualidad.El padrastro, siendo un caballero, accedió y permitió a las dos chicas darle placer con sus bocas.Las chicas emocionadas y ansiosas, no perdieron tiempo en desnudarse hasta sus bragas y sumergirse en la peluda polla de su padrafo.Se turnaron, lamiéndose y chupando cada centímetro de ella, sin dejar parte intacta.Las niñas procedieron entonces a darse placer entre ellas, también, como siempre habían sido mejores amigas y se habían encariñado bastante a cada compañía.La habitación estaba llena de los sonidos de sus gemidos y la vista de sus cuerpos retorciéndose de placer.Las tías finalmente habían descubierto el verdadero significado de la Navidad: el regalo del placer y la satisfacción.