El gallo está gobernado por una disciplinaria estricta y aterradora, que no dudará en imponer castigos severos a cualquier mujer que ella pueda elegir. Esta joven desafía el castigo, se atreve, los tonos de desaprobación en la voz del amo se vuelven problemáticos, casi simpáticos, y el amo pierde la paciencia, desafiando a una joven a desafiarlo, gana una brutal nalgada y se ve obligado a arrodillarse. Todo una muestra de poder y control.